lunes, 17 de marzo de 2014

¡Adelante! ¡A organizarse! ¡A luchar!


¡Adelante! ¡A organizarse! ¡A luchar!

Vivimos tiempos difíciles, convulsos, históricos e impredecibles. Asistimos, con el pretexto de la crisis, a una escalada total de agresiones a los intereses que tenemos como trabajadores, una destrucción de los ya precarios derechos laborales, un empeoramiento del sistema sanitario y educativo, un endeudamiento de los costes de la vida (impuestos de carburantes, luz y alimentos de primera necesidad), y todo ello como un hecho sin precedentes cercanos hasta la fecha.

Con un panorama como éste, no todo está perdido, porque hace algo más de un año, guiados más por los reflejos que aún conservamos como clase que por una consciencia misma de nuestra capacidad política real, hemos empezado a indignarnos, enfadarnos, cabrearnos y tomar la calle ante el hecho de tener que soportar esta vergonzosa situación.

Ante la coyuntura actual no basta con indignarse, hay que pasar a organizarse para luchar, para poder plantar cara a todo aquello que es injusto e impuesto desde los gobiernos, el clero, la banca o la patronal, para aunar esfuerzos e inteligencias, porque no basta con tener la razón, hay que tener la fuerza y la voluntad de querer lograr los objetivos que nos propongamos.

Si estar unidos frente a lo que nos afecta es de una prioridad más que obligada en las circunstancias actuales, más aún es fortalecer las relaciones con nuestros vecinos y compañeros de trabajo, para con ello participar y construir un movimiento social que cuestione las relaciones de poder que nos impiden desarrollar una vida digna e íntegra.

Los estados psicológicos de euforia o apatía en el ambiente social se ven influidos según los acontecimientos políticos colectivos e individuales, es por eso que todos, anarquistas y trabajadores conscientes, debemos excitar en el conjunto social hechos de esperanza, de que si se quiere se puede, que la acción de cada uno de forma conjunta es un poder impresionante, que nuestra fiesta no es la de las urnas, sino la de la creación de una sociedad entusiasta que se organiza y lucha.

Por eso animamos a todos los trabajadores a superar la indignación por la organización horizontal y participativa en el puesto de trabajo, en el barrio, la escuela, la universidad… a participar conscientemente en la huelga general del 29 de marzo y a seguir con la movilización ascendente en la calle.

Creemos que los anarquistas debemos contribuir a que cualquier huelga general sea un éxito, aunque sólo sea de un día, para mostrar la capacidad de hacernos valer que tenemos el conjunto de los trabajadores, la creatividad que podemos alcanzar y las posibilidades de seguir y radicalizar nuestras aspiraciones.

¡Adelante siempre, compañeros, a organizarse y a luchar por un movimiento social creciente y transformador! ¡Porque tenemos un mundo nuevo que crear y conquistar y nada que perder excepto las cadenas!

Grupo Anarquista Albatros (FAI)

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